Cuando tu cuenta corriente peligra

12/12/2022|Banca, Clientes, Educación financiera|

CaixaBank  procura desentenderse de las estafas online   El  despacho Iribarren Artola Abogados consiguió que un juzgado de Pamplona condenara a CaixaBank a devolver más de 15.000 euros a una clienta que había sufrido un robo en su cuenta por el procedimiento del phising. Era la segunda vez que este despacho conseguía una sentencia favorable a su cliente, y por eso tiene más mérito. El phising, ese atraco El phising es una forma de atraco menos sangrienta que las que se utilizaban en el siglo XX, pero no menos invasiva. Consiste en que alguien que se maneja bien dentro del complejo mundo digital emplea técnicas endiabladas para suplantar identidades y para hacer que alguien autorice cosas creyendo que quien se lo pide es de confianza. Y luego le da el palo. El phising más conocido se hace mediante la suplantación de identidad entre un cliente y su banco. Los delincuentes intentan obtener información confidencial del primero, como contraseñas y números de tarjetas, mediante el envío de correos falsos que parecen confiables. Un asunto privado Los bancos no suelen atender las reclamaciones de los clientes que sufren un phising porque, sostienen, es un asunto privado de los clientes, que actúan de modo irresponsable al facilitar sus datos. Pero es que muchas veces, los clientes no se apañan bien con la tecnología y no les queda otra que utilizarla porque ya se encargan los bancos de disuadirnos para que no pisemos la oficina. Los expertos coinciden en que los bancos deberían reforzar más sus sistemas de seguridad digital, del modo que en su día reforzaron las medidas en las oficinas para evitar los atracos. Pero en este caso se amparan en la supuesta negligencia de los clientes para no esforzarse mucho.  Indefensión Además de las sentencias favorables obtenidas por el despacho de Iribarren y Artola,  hay otras sentencias que van marcando el camino de la responsabilidad del banco. Pero la entidad -y en esto CaixaBank es un experto- tiende a obligar al cliente a que acuda a los tribunales a reclamar, y ahí la cosa se pone complicada, porque cuesta tiempo y dinero. Una  sentencia contra CaixaBank en Vigo puso de manifiesto la negligencia de las entidades a las que confíamos nuestro dinero: en este caso, el banco de Gortázar y Goirigolzarri autorizó una operación de tarjeta bancaria por un importe superior a los 2.500 euros, que era el tope fijado. La sentencia tiene interés, pero habría que saber cuánto esfuerzo y dinero le costó a este ciudadano poner al descubierto las vergüenzas de la entidad Quién vigila Es cierto que ante esta amenaza grave deberían actuar con más celeridad y firmeza  los poderes públicos y en particular el Banco de España, que tiene la misión de vigilar a las entidades bancarias y exigirles mayor protección de sus clientes. Habría que analizar la inversión tecnológica de cada banco en España y cuánto de ella se dedica a ciberseguridad y, en el caso de CaixaBank, sería interesante conocer la relación entre la inversión [...]

Ser cliente de CaixaBank es cada vez más caro y más difícil

07/12/2022|Banca, Clientes|

  CaixaBank tiene muchos clientes, más de 20 millones en 2022. Poco a poco va perdiendo algunos miles, pero a juzgar por los obstáculos que pone, parece que tiene intención de perder muchos más.  Ya lo hemos escrito alguna vez en estas páginas: a CaixaBank le sobran todos los clientes que no son ricos,  jóvenes,  urbanos y tecnológicamente preparados. O sea, la mayoría de la población.  Y toma medidas para conseguirlo. Cada vez más comisiones El banco de Goirigolzarri y Gortázar no se ha cortado en anunciar y en poner en práctica la estrategia de conseguir que sus clientes tengan al menos tres productos o servicios vinculados a su cuenta: un seguro, una hipoteca, un fondo… Lo que sea.  Para conseguirlo, hay dos fórmulas. La primera, convertir a los empleados en feroces comerciales dispuestos a todo con tal de enredar a un cliente. La segunda, en paralelo, freír a este con elevadas comisiones que le obliguen a irse o a suscribir esos productos que le liberan de la carga. Ya a finales del año pasado, CaixaBank estableció una comisión de 240 euros anuales a cada cuenta. El año que entra irá un paso más allá y empezará a cobrar comisiones en los cajeros de la Red Euro 6000 que hasta ahora estaban exentos de ellas como consecuencia de un antiguo acuerdo con Bankia. A ello hay que añadir los servicios en caja, que cuentan ya con recargos notables y que recientemente el banco ha anunciado que va a sobrecargar. Como nos decía un cliente de la entidad que no ha querido identificarse: «Ya no solo hay que trabajar para Hacienda: Ahora también hay que hacerlo para pagar al banco». Una tecnología endiablada El otro problema es el tecnológico. Es cierto que, para operar de manera online, conviene que los bancos cuenten con herramientas seguras y con fórmulas robustas. Desde enero de 2021 la Unión Europea marcó exigencias mayores que las existentes hasta entonces para garantizar la seguridad de las operaciones y evitar los fraudes. Pero esto le ha servido a CaixaBank para convertirlo en otra carrera para sus clientes, en este caso para los pertenecientes al lado oscuro de la brecha digital. Porque lo que CaixaBank ha hecho es crear una app obligatoria, que debe estar instalada en un smartphone con conexión a internet. Solo de este modo se podrán hacer operaciones online, lo cual es, obviamente, un obstáculo serio para muchos clientes  que no disponen de una tecnología tan avanzada, pero que querrían operar por ejemplo a través del ordenador personal. Como ha señalado acertadamente la OCU, la seguridad no debe convertirse en un pretexto para excluir a los menos preparados tecnológicamente. Pero al banco de Goirigolzarri y Gortázar ya le va bien: el que no pueda operar a través de la app, que vaya a la oficina. Allí ya sabe lo que le espera: colas infinitas y comisiones sin cuento. Y, si no, ahí está la puerta.

Un gobernador que gobierna poco

01/12/2022|Banca, Biografías, Clientes, Empleados, FROB, Regulador|

  El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, lleva tiempo recomendando prudencia a los bancos y pidiéndoles que aumenten sus provisiones a la vista de los malos tiempos que se avecinan.  Ningún banco parece haberle escuchado. ¿Ninguno? Bueno, sí, CaixaBank, quien, por boca de su consejero delegado vino a decir, a su manera, que no tiene intención de hacerle caso. Supervisión de las entidades financieras El Banco de España era una entidad muy poderosa hasta que se produjo la unión monetaria europea a comienzos de este siglo. A partir de ese momento, la emisión de moneda y su control pasó a ser competencia del Banco Central Europeo. El Banco de España -como los demás bancos nacionales- se quedó con muy pocas funciones, la más importante de las cuales es la supervisión de las entidades financieras, mediante «requerimientos y recomendaciones, planes de saneamiento, intervención o sustitución de administradores y la posibilidad de sancionar a aquellos bancos y cajas que no hagan lo correcto» de acuerdo con la Ley 13/1994 de Autonomía del Banco de España. Pocas funciones, pero importantes. El desastre de 2008 Daría para mucho analizar qué hizo el Banco de España durante la gran crisis financiera de 2008 y el hundimiento del sistema bancario español.  Ya sabemos que aquel despropósito nos costó a todos los españoles unos 60.000 millones de euros, de los que apenas se han recuperado 5.000. Y sabemos que casi la mitad se lo llevaron Bankia y otras cajas menores, que han terminado en manos de CaixaBank. Hernández de Cos fue nombrado gobernador del Banco de España en 2018, así que no se le pueden echar en cara los graves errores cometidos durante aquel periodo infausto como, por ejemplo, aquella delirante autorización de la salida a bolsa de Bankia, cuya ilegalidad era manifiesta para cualquiera que supiera leer un balance. Hernández de Cos, en cambio, hasta ahora no ha hecho nada malo. Es que no ha hecho nada, para ser exactos. CaixaBank, a lo suyo La prueba se ve estos días. El gobernador está siendo muy insistente en dos ideas: que los sueldos no suban -asunto que no le compete en lo más mínimo- y que los bancos ahorren y no se lo gasten en fruslerías, como hicieron en el pasado. Eso es lo que significa el término técnico de «provisionar», que lo medios manejamos siempre sin explicar debidamente. Pero si los bancos provisionan, en un momento dificil como este, de algún sitio tendrán que quitárselo. A los clientes y a los empleados ya se lo quitan todo cuanto pueden (comisiones cada vez más altas, exigencias laborales insoportables). Solo queda un sitio donde se puede rascar: los dividendos de los accionistas. Pero ahí no: a los accionistas no se los toca y en todos estos días de intensa actividad mediática de Goirigolzarri y Gortázar para explicar que las cosas están difíciles nadie les ha oído decir una palabra sobre este asunto crucial. ¿Sacrificios? Lo que hagan falta. Humanos, si es necesario. Pero que [...]

Gobierno y bancos, los grandes beneficiados del pacto hipotecario

26/11/2022|Banca, FROB, Vivienda|

CaixaBank ejerce ahora de banco público porque para esto le va bien Madrid, 28 de noviembre de 2022 El acuerdo sobre las hipotecas beneficiará, con suerte, a un máximo de un millón de ciudadanos, pero los verdaderos beneficiados serán el gobierno y la banca. Por eso CaixaBank se ha puesto a la cabeza del peloteo a la vicepresidenta. "Seño, seño, yo me la sé..." han venido a decir Fainé, Goirigolzarri y Gortázar para que los saquen a la pizarra a lucirse. El banco público El acuerdo beneficia al gobierno porque este anda muy necesitado de dar respuestas a una situación económica que se está complicando mucho y para la que no encuentra recetas. Con esto lanza un mensaje de interés por los  desfavorecidos, más allá de si realmente se resuelve algo, cómo y cuándo. En esto de los mensajes al viento, Nadia Calviño se está revelando una maestra, como ya demostró cuando Carlos San Juan consiguió que se escuchara el problema de la brecha digital. Se escuchó, en efecto, y la vicepresidenta se hizo fotos. Hasta ahora solo eso, que sepamos. Esta vez se ha puesto más seria y ha echado mano de CaixaBank, donde el Estado tiene más del 16%, y donde, por tanto manda mucho. Le ha llamado al orden y el banco se ha apresurado a obedecer. Una  pantomima útil CaixaBank ha respondido disciplinadamente y ha dicho "sí, bwana", porque más le vale ceder un poco en las condiciones de las hipotecas de este millón de desfavorecidos que verse invadido por un montón de impagos y por una mayor pérdida de reputación. A los demás bancos tampoco les va mal esta pantomima, pero el Santander y el BBVA tienen que ponerse un poco más solemnes y hacer como que se lo piensan. Y a la prometedora presidenta de la Asociación Española de la Banca (AEB), Alejandra Kindelán, le encaja salir en los medios dándose pote. Como buena discípula de su jefa, Ana Botín, sabe bien que, en el mundo de la banca, las sonrisas no se cotizan. Todo sigue en orden Todo sigue perfectamente en orden: mientras CaixaBank sigue acumulando quejas y subiendo comisiones, su presidente declara sin empacho que "el oficio de las entidades financieras es ayudar a dar soluciones a los clientes desde la cercanía". Mientras las ayudas que el Estado entregó a Bankia y a las entidades financieras para su rescate ni han sido devueltas ni se espera que lo sean, el Estado anuncia que elevará su participación en CaixaBank, lo que refuerza su condición de único banco público de nuestro país. Mientras los ciudadanos siguen viendo con angustia que los salarios no les llegan para pagar la hipoteca, el gobierno hace anuncios rimbombantes, pero no cierra los flecos para hacerlo efectivo. Ni la banca pública ni la privada resuelven los problemas de la gente. Pero unos y otros no se cansan de echarse flores            

CaixaBank, a favor de una cosa y su contraria

24/11/2022|Banca, Clientes, Regulador|

Gortázar apoya al Gobierno mientras avisa de los males que se avecinan Redacción, 24 de noviembre de 2022 El consejero delegado de CaixaBank realizó el martes la jugada magistral de decirle que sí al gobierno en su propuesta de ayudas a los hipotecados más débiles, al tiempo que le advertía de que si las cosas salen mal, él ya lo habría advertido. El mismo día que el Consejo de Ministros anunciaba las medidas, Gortázar comparecía en un acto paralelo para decir que sí, pero que cuidado. Conseguía con eso transmitir la imagen de un banco sensible con los débiles y obediente al gobierno, pero, al mismo tiempo, dejaba claro que no piensa ceder  en el margen de beneficio de sus accionistas por mal que se pongan las cosas. Un acuerdo gaseoso El acuerdo anunciado el martes por la vicepresidenta económica es tan gaseoso como la mayoría de los acuerdos que Nadia Calviño ha firmado con la banca. Ya sucedió, por ejemplo, con el que se suscribió para salvar la brecha digital, del que nunca más se supo. Ahora se trata de algunas medidas para evitar que las subidas de tipos se lleven por delante a los que tienen suscritas sus hipotecas a interés variable, pero el propio gobierno y la patronal de la banca ya han advertido que quedan "flecos por cerrar", prodigiosa expresión que suele utilizarse para decir que el acuerdo aún no está alcanzado. El lobo y las ovejas CaixaBank se apresuró a salir en los telediarios diciendo que se sumaba al acuerdo, aun antes de que se supiera ningún detalle, pero, al mismo tiempo, el consejero delegado advertía de los males que se avecinan y el presidente Goirigolzarri se dedicaba unos días antes a decir que ya hacen lo suficiente. El tema es bien conocido: lo que probablemente se ha pactado entre bastidores es la aceptación del pacto hipotecario a cambio de la relajación de las provisiones, lo que le permite a la entidad poder repartir los dividendos. Las medidas, en todo caso, serán pan para hoy y hambre para mañana ya que, al final, los bancos tienen a los clientes tan fidelizados que estos no pueden independizarse. Otrosí, algunos analistas consultados señalan que, aunque aún no se ha anunciado expresamente, habrá una Comisión de Control que se encargará de vigilar el cumplimiento de los bancos de las medidas de alivio hipotecario y en la que estarán presentes las dos patronales bancarias -AEB y CECA-, lo que, a la hora de la verdad, es tanto como poner al lobo a cuidar de las ovejas.    

CaixaBank reinventa las clases sociales

14/11/2022|Banca, Clientes|

CaixaBank lleva un tiempo modificando sus oficinas con intención aparente de modernizarlas, pero lo que en realidad está haciendo es establecer una tipología en la que diferencia a sus clientes entre categorías bien diferenciadas: los ricos, los pobres, y una clase media urbana y con posibles.

«Creo que CaixaBank me ha estafado»

10/11/2022|Banca, Clientes, Educación financiera|

Ana recibió a mediados del pasado año el dinero de una herencia y decidió depositarlo en su banco de toda la vida, CaixaBank, para que se lo administraran, pese a tener una hija trabajando en un banco de la competencia.

La cantidad era de 30.000 euros, y de ese dinero quería disponer libremente a medida que el tratamiento de su hijo lo fuera requiriendo.

El impuesto a la banca lo pagará usted

07/11/2022|Banca, Educación financiera, Regulador|

El olor a elecciones se expande por el ambiente y, salvo el votante medio, que está más preocupado por otras cosas, el país se prepara para el acontecimiento. La demagogia, que nunca se ha ido, toma posiciones con más fuerza que nunca: un impuesto a la banca para gestionar la crisis, dice el gobierno. Y la oposición dice que bueno, que vale, que sí. Y los organismos reguladores, a lo que mande el señorito. 

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