Crecen los casos de edificios okupados y abandonados para especular con ellos
Foto propiedad del Diario de Burgos
Redacción. 9 de mayo de 2022

Una anciana burgalesa sufre acoso inmobiliario. Un piso abandonado en Tarrasa tiene activada una alarma que no para de sonar en siete meses. Los compradores de un piso okupado no reciben respuesta a sus demandas.

Lo de Servihabitat, la inmobiliaria de CaixaBank y Coral Homes, es uno de esos despropósitos sin nombre de los que nadie habla porque ya se encargan las ingentes inversiones en publicidad de que nadie hable.

Procedimientos disparatados

El pasado 28 de marzo, este periódico publicó una exclusiva sobre un piso vendido por Servihabitat a un matrimonio, que fue okupado durante el lapso de tiempo transcurrido entre la señalización y la entrega efectiva de las llaves. Las reclamaciones presentadas por los compradores han sido desoídas en todas las instancias con un desparpajo admirable. Ya decíamos entonces que no era el único caso de estas caracteristicas.

Pero hay otras variables no menos dolorosas de este modo de actuar. La historia de la anciana de Burgos está muy bien contada por su hija en este primer hilo de Twitter y merece la pena entrar en él. Se trata de un acoso cruel para que esta mujer abandone su casa de toda la vida con el fin de terminar de desalojar este edificio para especular a su antojo. El daño en este caso es incluso físico, puesto que ha hecho la vida imposible a la inquilina y ha afectado a su salud.

En cuanto al piso de Tarrasa, se trata de una historia absurda que habla del desinterés y el descuido de estos gestores inmobiliarios. De nuevo un edificio abandonado en el que han entrado okupas. Pero cuando estos se marchan, una alarma queda conectada y suena sin parar durante la friolera de siete meses sin que Servihabitat asuma ninguna responsabilidad.

El silencio como norma

La mayoría de los pisos que comercializa Servihabitat son de una sociedad llamada Coral Homes, propiedad de CaixaBank y de Lone Star, un fondo americado acostumbrado a dar el rejonazo donde puede. Con tanto nombre entre medias y tantas sociedades, nunca se sabe quién es el reponsable de nada, y ya se cuidan ellos de que no se sepa. 

Los medios apenas hablan de estas cosas porque las inversiones publicitarias de estas sociedades son tan ingentes que nadie se atreve. Y en las redes sociales, una de las tácticas que más utilizan  es la de dirigirse a quien proceda y pedirle muy educadamente que se ponga en contacto con ellos por vía privada para resolverle el problema. 

Naturalmente, nunca se lo resuelven, pero, de momento, consiguen que se callen y que terminen aburriéndose. Por fortuna, hay algunos que ya no lo hacen y hay otros que escriben a medios independientes como el nuestro para explicar su problema.

¿Se habrá comprado Gortázar su pisito en Servihabitat?