La Caixa y su mediocridad.

Quizá sea el momento de aceptar que esta crisis es más que económica, va más allá de estos o aquellos políticos, de estos o aquellos partidos. El problema quizás esté en el sistema financiero y sus derivadas consecuencias.

Asumir que nuestros problemas (violencia contra la mujer, paro, corrupción, desigualdad económica, injusticia social, educación financiera, falta de libertad, …)  se acabarán cuando cambiemos  a un partido por otro, con otra batería de medidas urgentes, o echándonos a la calle para protestar los unos contra los otros, sería una especie de  autoengaño.

Hemos de reconocer que el principal problema de España no es el «si es si», ni la gestación subrogada, ni la independencia de cataluña,…

Deberíamos admitir, para tratar de corregirlo, que nos estamos convirtiendo en un país que tira hacia lo mediocre. Esta condición no se alcanza  de la noche a la mañana. Es el resultado de una cadena que comienza en la escuela y termina en la clase dirigente vendida al sector financiero, a la banca privada que es el ejemplo de  máximo proteccionismo e intervencionismo en la economía y se lleva a cabo con numerosos instrumentos  que tratan de evitar la competencia y aumentar la cuenta de resultados de los bancos.

El último ejemplo lo acabamos de ver en la Junta General de Accionistas de CaixaBank (La Caixa), donde con el permiso y aquiescencia del Estado como socio,  aprobó la remuneración a los accionistas de un dividendo superior al 58% del año anterior,  a costa de nuestros frágiles e inseguros depósitos que veremos  si recuperamos.

Y en el mismo acto Goirigolzarri dice que «sería muy importante acelerar la creación del fondo de garantía de depósitos europeo» como medio para evitar una eventual retroalimentación entre riesgo bancario y riesgo soberano. Es decir, le dice a los Estados que vayan acelerando la seguridad de los depósitos de los ciudadanos,  mientras que ellos (los accionistas)  se los van repartiendo, no vaya a ser que no llegue para todos. Y para que están las provisiones?… Como diría J.M. Keynes «Si no hubiese sido tan rico, habría llegado a ser un gran hombre».

Tal y como están las cosas, es increíblemente  descarada y grosera su  facinerosa actitud. En tiempos de Curro Jiménez ó José María el Tempranillo, se diría:  Refugio de bandoleros.!!!. Codiciosos ejecutivos mediocres.

La cultura del «uno de los nuestros»

Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los que  buscan riqueza y dinero a cualquier precio,  los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que haga alguien cuya carrera política o profesional desconocemos por completo. Tan solo porque son de los nuestros. Ese es el mantra de La Caixa «uno de los nuestros» y lo utilizan comprando publicidad «Tú y yo. Nosotros».

Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado  natural de las cosas. Sus excepciones, nos sirven para negar la evidencia,  casi siempre reducidas al deporte, especialmente al fútbol (marca España en el extranjero), con dudas en la actualidad  sobre la neutralidad de los árbitros, cuya selección nacional  patrocina La Caixa. Todo perfectamente mejorable:

– Es muy mejorable  un país donde sus habitantes pasan una media de 134 minutos al día frente a un televisor que muestra principalmente basura.

– Es muy mejorable un país que tiene dos universidades entre las 10 más antiguas de Europa, pero, sin embargo, no tiene una sola universidad entre las 150 mejores del mundo y fuerza a gran parte de sus  investigadores a exiliarse para sobrevivir.

– Es muy mejorable  un país donde la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada y la independencia sancionada.

– Es muy mejorable un país, a qué negarlo, que, para lucir sin complejos su enseña nacional, necesita la motivación de algún éxito deportivo.

– Es muy mejorable  un país donde gran parte de una generación (la de mi padre) en los  60´tuvo que emigrar a Alemania a buscar trabajo por una dictadura; donde parte de otra generación (la de la mujer a la que quiero) en los años 90 tuvo que emigrar también a Alemania a estudiar e investigar y, donde parte de otra generación (la de mi hija -en la actualidad-) tiene que emigrar a EEUU también  a cumplir sus sueños.

– Es muy mejorable un país donde han desaparecido la casi totalidad de las cajas de ahorros que prestaban servicios bancarios en toda la geografía nacional y hayan sido engullidas  por  una sola entidad (La Caixa) excluyendo  financieramente a gran parte de las zonas rurales y monopolizando e imponiendo las condiciones en un mercado teórico de libre competencia y, sin embargo,  en Alemania siguen  existiendo, compitiendo  y prestando servicio  390 Cajas de Ahorros (Sparkassen)

 – Y es muy mediocre un país donde uno de los mayores bancos (CaixaBank) rescatado por el Estado con más de 20.000 millones de euros de  todos los españoles, que se le caen los clientes por el camino (más de 600.000 perdidos desde la fusión), con un beneficio de mas de 3.000 millones en el pasado ejercicio (casi un 30% más en tèrminos recurrentes), acuerde la remuneración a los accionistas de un dividendo superior al 58% del año anterior (eso si que es revisión del IPC y no la de los pensionistas). Y nuestros depósitos sin asegurar. 

  Como dirían nuestros mayores: ¡¡¡ A ROBAR A SIERRA  MORENA.!!!