Se cumplen 11 años del inicio de todo
Redacción, 16 de mayo de 2022
El aniversario de Bankia, el logo de La Caixa y las reuniones de ambos presidentes para jugar a la teja coinciden estos días en que CaixaBank explica a los inversores que todo va bien, dentro de lo que cabe.
En 1989 empezó la construcción de las Torres KIO, uno de tantos escándalos urbanísticos de aquellos años, pero que ahí quedaron, marcando para siempre la arquitectura madrileña. Estaba lejos todavía el momento en que Caja Madrid trasladaría a ella su sede central, lejos aún de que existieran Bankia y más lejos aún de que Rodrigo Rato dejara de ser un oscuro diputado de la oposición y se lanzara a su disparada y disparatada carrera hacia ninguna parte -si es que la cárcel puede llamarse así.
Primer acuerdo de colaboración
Pero ese mismo año La Caixa y Caja Madrid pusieron en marcha su primer acuerdo de colaboración: se crea la primera sociedad compartida entre las dos entidades al 50%. Esta sociedad fue INVERBAN Sociedad de Valores y Bolsa (en la actualidad BEKA FINANCE cuyo CEO es Carlos Stilianopoulos – hijo de Pitita Ridruejo- ex Head of Wholesale Banking de Bankia). Eran años de euforia, de crecimiento desmedido, de internacionalización. Lo que habían sido modestas cajas de ahorros circunscritas a sus territorios tradicionales de Cataluña-Baleares y Madrid, respectivamente, empiezan a querer convertirse en poderosas entidades bancarias, que van absorbiendo otras cajas de ahorros del territorio nacional y se adentran a la búsqueda de adquisiciones en Europa e incluso Estados Unidos.
Así pasan los años hasta llegar a 2011. Un año muy importante. Por tres razones: la primera, porque es el año en que La Caixa instala el logo de Joan Miró en su marca. La segunda razón: porque se crea Bankia, la entidad que absorbe Caja Madrid y otras siete cajas de ahorro regionales y locales: Caja Madrid, Bancaja, Caja Canarias, Caja Ávila, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Rioja, en forma de un Sistema Institucional de Protección (SIP). Y en tercer lugar, y acaso el más importante, porque aquel año los presidentes de ambas entidades, Rodrigo Rato e Isidro Fainé, fueron vistos jugando a la teja en la última planta de la flamante Torre KIO en la que Bankia se había instalado.
Los dos preclaros banqueros, entre risas, evocaban su infancia y avanzaban “a la pata coja”, empujando una teja invisible y estableciendo con ello todo un marco simbólico de lo que sería su futura relación.
Actualización a las 16:40.- Una amable lectora -como se decía antes- nos recuerda la clarividencia de Álex de la Iglesia cuando en su película El Día de la Bestia situó en las Torres KIO la presencia misma de Satán. Echen un vistazo al vídeo.
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